Jornada de la Pastoral SocialDeclaraciónCon motivo de la próxima celebración del Bicentenario del surgimiento denuestra patria, queremos agradecer a la providencia por el don de Dios querepresenta nuestra identidad como pueblo y la esperanza de construir unanación más justa y solidaria.En este sentido, no podemos ignorar los problemas crecientes que enfrentannuestros hermanos y que han agravado las condiciones de marginalidad yexclusión, conformando una sociedad cada vez más fragmentada y debilitadaen su capacidad de mantener lazos de convivencia, así como dividida yenfrentada entre sí por la dinámica de la acumulación del poder y la riqueza en un extremo y la desolación y la desesperanza en el otro.En este marco, las reflexiones de esta XII Jornada de Pastoral Social, nopueden obviar la responsabilidad que le cabe a todos los sectores de la clasedirigente argentina en torno a plantearse la Inequidad y Desigualdad Socialcomo el eje problemático de la construcción de la Democracia en nuestro país.La erradicación de la pobreza exige la realización de la justicia social. Esta nosinterpela y exige la participación de todos los actores sociales, en particular alEstado, a la dirigencia política, al capital financiero, los empresarios,agropecuarios e industriales, sindicatos, las iglesias y demás organizacionessociales.Plantearse la tarea de construir una sociedad más igualitaria, comienza por laerradicación de la pobreza extrema aplicando políticas públicas eficaces, ycontinúa necesariamente, por el cambio y la transformación de los marcosinstitucionales que regulan la concentración de la riqueza; y lo más importante,comprometerse con el propósito de que los cambios resulten en mejorescondiciones de vida y perspectivas de futuro para los más débiles.Tenemos que asumir la erradicación de la pobreza como una exigencia éticaporque de lo que verdaderamente se trata es de “los pobres”, que exigen ytienen el derecho de participar y gozar de los bienes materiales, espirituales yde hacer fructificar su capacidad de trabajo y desarrollarse integralmente comoTutelar mayor vulnerabilidad social.Queremos una clase política que tome debida conciencia del momentohistórico que vivimos y se comprometa en el reconocimiento de la desigualdad,como el eje problemático prioritario que deberemos abordar para sercoherentes con el compromiso democrático y consistentes con la construcciónde una nación soberana.Esta realidad exige conversión personal y cambios profundos de lasestructuras, que responden a las legítimas aspiraciones del pueblo hacia unaverdadera justicia social.Porque valoramos la democracia y sus reglas de juego, promovemos desdeuna Cultura del Encuentro, la animación y promoción del diálogo como modode construcción, de identificación de problemas, desarrollo de consensos yacuerdos para responder a los problemas más acuciantes que atraviesanuestra sociedad.
de promoción de los derechos de nuestros hermanos que padecen laEste diálogo implica salir del aislamiento, del guetto, del fragmento social oinstitucional, del encierro y de la autoreferencia para encontrarse con otros,buscar juntos, debatir, pactar, acordar.El diálogo y el acuerdo son consustanciales con la democracia.La celebración del Bicentenario es una oportunidad única para avanzar en unareflexión y acción que ponga en primer término el bien común y el diálogo. Noalcanza con la denuncia abstracta…hace falta comprensión y acción.El documento llama a la participación de todos, al aporte de muchos y valora lapluralidad de miradas sobre la cuestión social y política, que es justamente loque se buscaba en el encuentro del día de hoy.Llama a abandonar posiciones intransigentes e intereses egoístas y la confrontación como método de construcción.Reclama gestos de desprendimiento y grandeza. Esto refiere con claridad aquienes “más tienen, más saben y más pueden”.Asumimos como desafíos para los próximos años la erradicación de lapobreza y el desarrollo integral de todos.Estos desafíos no se enfrentan desde un “no lugar sin sentido nisignificaciones” o desde la carencia, sino desde una serie de valoresfundamentales que nos caracterizan como pueblo: la fe, la amistad, el amor porla vida…el espíritu de libertad, la solidaridad..la educación de los hijos, elaprecio por la familia, el amor a la tierra, el ingenio popular que no baja losbrazos para resolver solidariamente las situaciones duras de la vida cotidiana.Esa base histórico-cultural, es la que tenemos que potenciar, movilizar, poneren acto, convertirla en proyecto colectivo a partir de los acuerdos que ponganen un lugar de privilegio a los pobres y excluidos. No como “beneficiarios”,“objetos” de las políticas públicas sino como protagonistas, sujetos,constructores, artífices de su propio destino. Partir de su realidad, reconocersus prácticas, respetar su idiosincrasia, potenciar sus valores, considerarlossagrados, insacrificables, necesarios e imprescindibles para construirnos comocomunidad nacional democrática. Asumirlos y ayudar a la transformación de loselementos que los debilitan como actores de nuestra sociedad, en su plenadignidad, generando otras condiciones para su propio y autónomo desarrollo.Eso implica: identificar los problemas, fijar acuerdos, establecer políticaspúblicas de estado.El Documento “Hacia el Bicentenario en justicia y solidaridad” nos plantea quela sana economía y la justa distribución de los bienes no puede quedar en unaconsigna o en un plano teórico o meramente emotivo sino que “entre todosdebemos seguir trabajando para hacerla realidad”.En esa orientación es que proponemos la iniciativa de SOCIAL PARA UN BICENTENARIO EN JUSTICIA Y SOLIDARIDAD PARANUESTRA CIUDAD.200 OBRAS DE AMOR200 obras que “tuerzan destinos”, que cambien realidades, que favorezcan lavida.200 obras que sean gestos simbólicos y a la vez concretos de solidaridad,apoyo, promoción humana y social y que contribuyan a unir, vincular,relacionar, tender puentes entre las diversas realidades de nuestra ciudad.Es una convocatoria para los múltiples actores sociales para pensar, planificary llevar adelante en los próximos años (2010-2016).El Estado, sindicatos, empresas, ongs, particulares, parroquias,congregaciones religiosas están llamados a formar parte de la iniciativaacercando propuestas concretas.Ejemplo de iniciativas posibles pueden ser: la creación de escuelas y centrosde formación profesional. Promoción de nuevos centros juveniles, bibliotecas,espacios culturales. Clubes barriales. Constitución de cooperativas de trabajo.Salas de atención primaria. Emprendimientos y microempresas. Centros deoración, santuarios.Necesitamos una comunidad que se organiza para combatir la desigualdad yerradicar la pobreza en nuestro país con creatividad y participación.En nuestro espacio concreto, la Ciudad, esto implica fijar un norte y un sentido.Nuestro norte estará en el Sur. Obras concretas, instituciones perdurables, permanentes, que construyan eltejido y el vínculo social.Ponemos esta iniciativa bajo la protección de San Martin de Tours, Patrono deBuenos Aires.San Martin de Tours es para nosotros un modelo a imitar, reflejo deldesprendimiento, el amor misionero y las obras.El gesto concreto que lo simboliza es la entrega de la mitad de su manto alpobre que sufría el frió y tiritaba. Este lo interpela y lo refiere a Jesús quien ensueños se le aparece diciéndole que ese día lo había cubierto a Él mismo.El poeta Bernardez decía en sus versos que la otra mitad la había guardado*para cobijar a la gente de Buenos Aires.
Es allí donde queremos concentrar gestos,*Es allí donde queremos concentrar gestos,**persona.No podemos responder con verdad al desafío de erradicar la exclusión y lapobreza, si los pobres siguen siendo objetos, destinatarios de la acción delEstado y de otras organizaciones en un sentido paternalista y asistencialista, yno sujetos, donde el Estado y la sociedad generan las condiciones sociales quepromuevan y tutelen sus derechos y les permitan ser constructores de supropio destino.Para erradicar la pobreza es necesario reconstruir el tejido social y los vínculossociales entre los argentinos. Nos obliga a trabajar para cambiar las causasestructurales y las actitudes personales o corporativas que generan estasituación; y a través del diálogo lograr también los acuerdos que nos permitantransformar esta realidad escandalosa. Hay que recobrar la utopía y el sentidopor el valor de la vida.
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