De la Pobreza a la Inclusión
Por Marcelo Albornoz
El objetivo de este articulo es sumarnos al debate, que se esta llevando a cabo en nuestro país y a partir de él, dejar planteadas algunas reflexiones generales que nos permitan encontrar posibles medidas para superarla.
En principio, es apropiado considerar que argentina padece de una pobreza que se tornó en estructural a partir de las políticas implementadas por el último golpe de Estado. Desde entonces, los distintos gobiernos constitucionales encontraron serias dificultades e importantes limitaciones para revertirla, a pesar de los denodados esfuerzos realizados.
Por ello, no solo fue nefasta y repudiable la última dictadura militar, sino que además de las terribles violaciones a los DDHH que cometió y que todavía se mantienen impunes. Sus efectos aún persisten como una de las principales expresiones de la actual vulnerabilidad social producto de aquella matriz neoliberal a las que nos sometió.
Recordemos que aquel modelo económico impuesto a sangre y fuego generó la devastación del Estado Benefactor, destruyendo la industria nacional producto de la apertura indiscriminada de las importaciones con su consecuente destrucción de puestos de trabajos.
Tampoco hay que omitir en el análisis el endeudamiento fraudulento de las cuentas públicas y la supremacía que se le otorgó a la especulación financiera por sobre otras variables de la economía real.
Nos parece que sin este breve contexto será difícil entender muchas de las cosas que hoy nos suceden en el campo social porque la pobreza y sobre todo la desigualdad no es una situación devenida por generación espontánea, por el contrario, es el resultado y la expresión de un orden social y político injusto que debemos cambiar a través de la generación y distribución de la riqueza.
El inicio del modelo neoliberal
El gobierno de facto presidido por Jorge Rafael Videla y Gerenciado por José Alfredo Martínez De Hoz, no tuvo el más mínimo escrúpulo moral o político para llevar adelante su modelo económico de acumulación y concentración. A partir de allí , la dictadura sancionó la ley número 21400 de “seguridad industrial” a través de la cual prohibía todo tipo de actividad gremial, esto es , movilizaciones, protestas y huelgas, so pena de aplicar durísimas sanciones. Obviamente que con esa medida se buscaba un autentico disciplinamiento social y laboral y esto solo pudo ser posible desde la arbitrariedad de un gobierno autoritario y de la anuencia tacita o explicita de distintos grupos y sectores dirigenciales .También es justo reconocer la heroica resistencia llevada a cabo por muchos dirigentes que aún hoy permanecen desaparecidos y sin justicia.
Aquel panorama contextual fue el que “permitió” consolidar el núcleo duro de la pobreza que hoy nos duele en el alma y nos interpela como sociedad para resolverla.
Ahora bien ¿de que manera y a través de que medidas podemos atenderla? , ¿Existe una única solución?, ¿podemos tener un relativo éxito sin consensos mínimos? , ¿Podemos superarla si no modificamos de fondo sus causas estructurantes?
Estos y otros interrogantes se nos irán presentando en la medida que la pobreza forme parte de la agenda política real. Por otro lado, somos conscientes que para un problema complejo se necesitan acciones de diferentes grados de aplicación y complejidad.
Seguramente, algunas de aquellas medidas deben revestir un carácter prioritario e impostergable como lo es atender el hambre ahora, mientras se elaboran las medidas de fondo en un tiempo razonable de transición. Algunas de las medidas relevantes y de fondo deben consistir en por ejemplo una impostergable reforma tributaria que torne al régimen fiscal en progresivo, esto es, que grave más aún todas las expresiones directas de la riqueza y a partir de ellas implementar políticas sociales, educativas y sanitarias universales.
Para nosotros, solo el trabajo decente y bien remunerado es el que dignifica, libera y humaniza, por lo tanto es condición sine qua non llegar a un acuerdo social, ya que solo a partir de él será posible diseñar una política funcional al proyecto de país que nos contenga a todos.
En ese sentido, la educación y las políticas sociales se tornan en estratégicas. A priori, también sabemos que en la medida que no se modifiquen estructuras y superestructuras inhumanas la lucha contra la pobreza será muy difícil .Del mismo modo comprendemos que para no repetir experiencias equivocadas debemos saber de donde venimos para tener seguridad hacia donde vamos y como lo sostuvimos precedentemente, venimos del terrorismo de Estado con una larga noche neoliberal primero y de una democracia de baja intensidad que eclosionó con la crisis del 2001 y 2002 luego. Por lo tanto, nos debemos dirigir hacia una sociedad más democrática y más igualitaria que nos permita construir una verdadera sociedad justa y fraterna .Pero el camino no es fácil porque en su trayecto hay serios obstáculos e intereses políticos y económicos que debemos revertir , por eso debemos saber como sostiene el maestro Leonardo Boff , que****la pobreza es :”el más devastador y humillante flagelo , no una etapa casual, sino el producto de determinadas situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas"---(//mayeuticaeducativa.idoneos.com/#_ftn1) .
Esto significa que la pobreza es el resultado de una determinada ideología política material y mercantilista, que afecta la dignidad de personas concretas que merecen otro destino como sujetos de derechos lejos de su actual cosificación. Por último, recordemos las enseñanzas históricas de los intelectuales al servicio del proyecto nacional cuando sostenían que una estructura injusta solo puede mantenerse desde una superestructura que lo permita. Entonces es ahí donde debemos focalizarnos, por ende nuestra “batalla” es cultural y simbólica y nuestra misión es confrontar a las diferentes expresiones de la colonización pedagógica porque al enfrentarlos dialécticamente contribuimos a sustentar los discursos políticos de contenido nacional emancipador y latinoamericanista ,en ese sentido, es mucho lo que todavía debemos hacer , por eso sigamos abonando el campo popular.